Costeo objetivo
En un mundo donde la competencia no da tregua y los consumidores se vuelven cada vez más exigentes, (seamos sinceros, todos queremos lo mejor al menor precio… ¿cierto?) las empresas tienen que pensar en métodos y estrategias ingeniosas para mantenerse a flote. Una de estas estrategias es el costeo por objetivo, el cual es un método que ayuda a las organizaciones a diseñar productos que cumplan con las expectativas de los clientes y, al mismo tiempo, sean rentables. Pero, ¿qué es exactamente el costeo por objetivo y cómo funciona?
Definición de costeo objetivo
El costeo por objetivo es un método que le permite a las empresas gestionar sus costos, el cual es utilizado para desarrollar productos de calidad y que a su vez sean rentables en mercados competitivos. Lo que hace este método es determinar el costo deseado de un producto a partir de un precio competitivo establecido, asegurando que el producto genere la utilidad esperada.
Lo que hacen muchos negocios para establecer el precio de sus productos consiste en obtener todos los costos de producción y sumarle el margen de ganancia deseado, mientras que el costeo por objetivo hace lo contrario: comienza por definir un precio de venta competitivo, le reduce la utilidad deseada y lo que obtiene es ese costo objetivo.
Como puedes ver, el enfoque convencional implica desarrollar el producto y a partir de ello calcular el precio en el que se venderá; mientras que en el costeo por objetivo, primero se establece el precio de venta y luego se tendrán que diseñar los productos, teniendo en cuenta que se tendrán que ajustar los costos para poder obtener la utilidad deseada.
Por lo tanto, en este enfoque se obliga a las empresas a ser extremadamente eficientes, a menudo implementando medidas estrictas de reducción de costos o rediseñando el producto y los procesos de producción.
¿Cuál es la finalidad del costeo objetivo?
- Mantener la rentabilidad: El objetivo es asegurarse de que el producto genere ganancias, incluso en mercados donde los precios son ajustados y hay una fuerte competencia. Al definir un costo máximo desde el inicio, las empresas pueden administrar todos sus recursos y procesos para mantenerse dentro de este límite.
- Competitividad en el mercado: En industrias donde las pequeñas diferencias de precio pueden ser decisivas para el consumidor, el costeo por objetivo permite a las empresas ofrecer productos a precios competitivos sin comprometer la calidad.
- Fomentar la eficiencia y la innovación: Dado que el costo objetivo a menudo requiere reducir costos, las empresas se ven obligadas a innovar en diseño y procesos. Esto puede incluir la adopción de nuevas tecnologías, el uso de materiales más económicos, la simplificación del diseño o la mejora continua en la producción.
- Optimización del diseño: Una gran parte del costo de un producto se define durante su fase de diseño. Calcular el costo objetivo permite a los equipos de diseño centrarse en crear productos que no solo satisfagan las expectativas de los clientes, sino que también sean económicos de fabricar.
¿Cómo funciona el costeo objetivo?
El proceso de costeo por objetivo sigue varios pasos que permiten a las empresas alcanzar la rentabilidad deseada. A continuación, te voy a hablar sobre los pasos que se tienen que seguir:
- Determinar el precio de mercado: El primer paso consiste en investigar y entender el precio al que los consumidores están dispuestos a pagar por un producto similar en el mercado.
- Establecer la utilidad deseada: La empresa define la ganancia que espera obtener, lo que permite calcular el costo máximo tolerable del producto.
- Calcular el costo objetivo: Este se obtiene restando la utilidad deseada del precio de mercado, lo que proporciona una meta clara de costos que debe alcanzarse y no superarse. De ser así, la ganancia deseada comenzará a verse afectada.
- Rediseño y reducción de costos: Aquí entra en juego la ingeniería de valor, un enfoque en el que los equipos analizan el diseño del producto y los procesos de manufactura para identificar formas de minimizar los costos sin afectar negativamente la calidad o las características esenciales.
- Implementar el costeo Kaizen y control Operativo: Una vez que el producto está en producción, las empresas continúan buscando mejoras para reducir los costos mediante prácticas como el costeo kaizen, que fomenta la mejora continua.
A grandes rasgos, estos son los pasos que se tienen que seguir en el costeo por objetivo.
¿Cómo se calcula el costo objetivo?
La fórmula para poder calcular el costo objetivo es muy sencilla, lo único que tienes que hacer es lo siguiente:
- Costo objetivo: Precio competitivo – Utilidad deseada.
Ejemplo para entender mejor lo que es el costeo objetivo
Laura es una joven emprendedora que ha fundado una pequeña empresa de diseño de lámparas de escritorio modernas. Su pasión es crear piezas únicas que transformen cualquier espacio de trabajo en un lugar inspirador. Sin embargo, se enfrenta a un gran desafío: el mercado está inundado de opciones y sus competidores venden lámparas similares a un precio que parece imposible de igualar.
Un día, durante una reunión con su equipo de diseño, Laura se sienta con el ceño fruncido. El café en su mano se está enfriando mientras mira la lista de materiales que hacen que sus lámparas sean especiales. “¿Cómo podemos competir sin perder nuestra esencia y sin vender a pérdida?” piensa en voz alta.
Es entonces cuando David, el jefe de producción, sugiere un enfoque que ha estado estudiando: el costeo por objetivo. Laura lo mira, interesada pero algo escéptica. “¿Cómo funciona eso?” pregunta, mientras el equipo presta atención.
David empieza a explicar. “Mira, en lugar de diseñar la lámpara, calcular cuánto nos cuesta fabricarla y luego establecer el precio final… haremos lo contrario. Primero, analizaremos el mercado para saber cuánto están dispuestos a pagar los clientes por una lámpara moderna como la nuestra. Ese será nuestro precio de mercado. Después, decidimos cuál es la ganancia mínima que queremos obtener, y restamos esa cantidad al precio de venta. El número que nos quede será nuestro costo objetivo: el máximo que podemos permitirnos gastar para fabricar cada lámpara y seguir siendo rentables.”
Costeo objetivo en acción
Laura asiente lentamente, tratando de visualizarlo. David continúa: “Supongamos que el precio de mercado de una lámpara de escritorio moderna es de $100. Queremos obtener una ganancia de $30 por unidad. Así que, $100 menos $30 nos da un costo objetivo de $70. Eso significa que no podemos gastar más de $70 en materiales, producción y mano de obra por cada lámpara.”
El equipo se reúne y empieza a analizar el diseño actual. Se dan cuenta de que la base de mármol es hermosa, pero también extremadamente cara. ¿Podrían cambiarla por un material más asequible sin comprometer la estética? Investigan y encuentran una resina de alta calidad que imita el aspecto del mármol, pero a una fracción del costo.
Después, revisan el proceso de ensamblaje. Descubren que una de las piezas internas podría ser rediseñada para que encaje más fácilmente, reduciendo el tiempo de producción y ahorrando en costos laborales. También consideran proveedores alternativos para conseguir mejores precios en las bombillas LED.
Poco a poco, logran ajustar el diseño y los procesos de producción hasta que el costo total se ajusta al objetivo de $70. Laura sonríe, emocionada. “Lo logramos sin sacrificar la calidad,” dice con alivio. El resultado es una lámpara que sigue siendo elegante y funcional, pero ahora puede competir en precio con las demás y aún generar la utilidad deseada.
El éxito de pensar al revés
Gracias al costeo por objetivo, Laura no solo pudo mantener su empresa a flote en un mercado difícil, sino que también aprendió a ser más eficiente e innovadora. Ahora, cada vez que empieza un nuevo diseño, siempre comienza por establecer su costo objetivo, asegurándose de que su negocio siga siendo rentable sin dejar de ofrecer productos que sus clientes aman.
Desafíos o posibles desventajas de este enfoque
A pesar de sus ventajas, el costeo por objetivo no está exento de desafíos. Integrar nuevas tecnologías o rediseñar productos puede requerir inversiones iniciales significativas. Además, mantener un enfoque de mejora continua a través del costeo kaizen exige un compromiso a largo plazo de toda la organización.