Definición de aprendizaje
Indudablemente, el aprendizaje es fundamental para nuestra capacidad de comunicación y desarrollo personal. A lo largo de nuestras vidas, estamos en un constante proceso de aprendizaje, lo que demuestra su importancia esencial en nuestra existencia. El día de hoy, te voy a proporcionar diversas definiciones de aprendizaje proporcionadas por distintos autores, con la esperanza de que encuentres utilidad en ellas.
Definición de aprendizaje según autores
A continuación, te voy a compartir 3 definiciones de aprendizaje según libros de administración:
Definición según Philip Kotler
«Cambios en la conducta de un individuo originados por la experiencia» (2012, p. 149)
Philip Kotler
Definición según Roger A. Kerin y Steven W. Hartley
«Comportamientos que son resultados de: 1) una experiencia repetida, y 2) el razonamiento» (2018, p. 648).
Roger A. Kerin y Steven W. Hartley
Definición según Laura Estela Fischer de la Vega y Jorge Espejo Callado
«El aprendizaje se da a través de la memoria, hasta que es considerado un comportamiento aprendido; es decir, si se recibe un estímulo X y éste obtiene siempre la misma reacción, en ese momento podemos decir que existe aprendizaje» (2017, p. 75).
Laura Estela Fischer de la Vega
Definición de aprendizaje en psicología
Ahora, te voy a compartir 3 definiciones de aprendizaje según libros de psicología:
Definición según José Ignacio Alonso García
«El aprendizaje es un cambio relativamente permanente en el comportamiento, que refleja una adquisición de conocimientos o habilidades a través de la experiencia, y que puede incluir el estudio, la instrucción, la observación o la práctica» (2015, p. 118).
José Ignacio Alonso García
Definición según Charles G. Morris
«Proceso por el cual la práctica o la experiencia producen un cambio relativamente permanente en la conducta o potencial conductual» (2014, p. 153).
Charles G. Morris
Definición según Stephen F. Davis
«Un cambio permanente en el comportamiento o en el potencial para reaccionar como resultado de la experiencia» ( 2007, p.185).
Stephen F. Davis
¿Qué es el aprendizaje?
El aprendizaje, en su esencia, implica un cambio discernible en nuestro comportamiento. No se trata simplemente de memorizar datos o información, sino de aplicar esa información de manera significativa en nuestras vidas. En otras palabras, el aprendizaje verdadero se manifiesta cuando somos capaces de utilizar el conocimiento que hemos adquirido para resolver problemas y tomar mejores decisiones en situaciones del mundo real.
Consideremos un ejemplo práctico para ilustrar este punto: la ecuación de la línea recta, un concepto que muchos aprenden en la secundaria. Memorizar esta ecuación por sí sola no tiene mucho valor. Sin embargo, tiene muchas aplicaciones. Por ejemplo, puedes utilizar esta ecuación para hacer pronósticos de ventas para una empresa. Con esos pronósticos, puedes planificar y programar las operaciones de la empresa de manera eficiente.
En conclusión, el aprendizaje genuino va más allá de la mera memorización; se trata de la capacidad de aplicar el conocimiento de manera práctica y significativa en situaciones del mundo real, transformando así nuestra forma de interactuar con el entorno que nos rodea.
Importancia del aprendizaje
La importancia del aprendizaje radica en su capacidad para permitirnos desarrollar conductas que nos ayudan a adaptarnos de manera efectiva a nuestro entorno en constante cambio. Es un proceso dinámico que implica no solo la adquisición de nuevos conocimientos y habilidades, sino también la capacidad de ajustar y modificar nuestro comportamiento en función de lo que aprendemos.
Imagina tu lugar de trabajo como un ejemplo concreto. Si ya tienes un método establecido para realizar ciertas actividades, pero descubres una nueva técnica que mejora tu productividad, es natural que optes por adoptar el nuevo enfoque y dejar de lado el anterior. En este caso, el aprendizaje te permite agregar nuevas prácticas y eliminar las antiguas, lo que conduce a una mejora continua en tu desempeño.
Este proceso de agregar y quitar, típico del aprendizaje, se convierte en una herramienta invaluable en nuestra vida cotidiana. Nos permite no solo mantenernos al día con las últimas tendencias y avances, sino también optimizar nuestras habilidades y conocimientos existentes. En un mundo en constante evolución, el aprendizaje se convierte en un recurso esencial que nos capacita para enfrentar desafíos, tomar mejores decisiones y prosperar en diferentes contextos.
En conclusión, la capacidad de aprender y adaptarse no solo enriquece nuestra comprensión del mundo, sino que también nos equipa con las herramientas necesarias para prosperar en un entorno en constante cambio, lo que resalta la importancia fundamental del aprendizaje en nuestra vida personal y profesional.
Estilos para aprender
Los estilos de aprendizaje se refieren a los diferentes sistemas de representación mental que las personas utilizan para procesar la información. Estos estilos se dividen comúnmente en tres categorías: visual, auditivo y kinestésico. Cada uno de estos estilos está relacionado con nuestros sentidos y la forma en que nos aproximamos a nuevas ideas, personas y experiencias.
1. Estilo visual
Este estilo de aprendizaje se basa en las imágenes. Las personas con un estilo de aprendizaje visual prefieren procesar la información a través de imágenes mentales y suelen utilizar herramientas visuales como mapas conceptuales. Tienen una afinidad por la planeación, son ordenadas y detallistas. Además, disfrutan tomando apuntes y organizando la información de manera visual.
2. Estilo auditivo
Las personas con un estilo de aprendizaje auditivo recuerdan mejor la información que han escuchado oralmente en lugar de la información escrita. Tienen facilidad para la música y los idiomas, poseen una mayor capacidad para la comunicación verbal y prestan atención a las conversaciones y los sonidos que los rodean. Este estilo se enfoca en el procesamiento auditivo de la información.
3. Estilo Kinestésico
El estilo kinestésico se centra en el movimiento, las emociones y las experiencias táctiles. Las personas con este estilo de aprendizaje prefieren aprender a través de actividades prácticas, como experimentar, dibujar, construir y participar en trabajos manuales. Tienen una afinidad por el movimiento físico, el deporte y el contacto físico, y tienden a aprender mejor cuando están activos y en movimiento.
Comprender estos estilos de aprendizaje puede ayudarnos a adaptar nuestros métodos educativos y facilitar un proceso de aprendizaje más efectivo para cada individuo, respetando sus preferencias y fortalezas naturales en el proceso de adquisición de conocimientos.
Tipos de aprendizaje
A continuación, te voy a hablar de algunos de los estilos más comunes:
1. Aprendizaje Implícito
El aprendizaje implícito es un fenómeno fascinante. Se trata de un proceso natural y automático, donde las personas adquieren habilidades y conocimientos sin la necesidad de recibir explicaciones extensas. En esencia, implica una observación consciente y una repetición sistemática que permite interiorizar conceptos de manera subconsciente.
Para comprenderlo mejor, pensemos en cómo aprendemos a caminar. Los niños no necesitan instrucciones específicas o explicaciones detalladas sobre cómo poner un pie delante del otro. Este proceso se desarrolla de forma innata y automática a medida que observan y replican el movimiento de las personas a su alrededor. A través de la repetición y la práctica, el acto de caminar se convierte en una habilidad interiorizada sin que los individuos sean plenamente conscientes del proceso de aprendizaje que han experimentado.
El aprendizaje implícito demuestra la capacidad asombrosa del cerebro humano para absorber información de manera natural, sin esfuerzo consciente.
2. Aprendizaje explícito
El aprendizaje explícito constituye un enfoque educativo esencial, donde los conceptos y reglas se presentan de manera clara y detallada, permitiendo a los estudiantes comprender y retener la información de manera efectiva. Este tipo de aprendizaje se logra a través de métodos rigurosos como la lectura, la enseñanza estructurada y el estudio meticuloso.
En este tipo de aprendizaje, los educadores se esfuerzan por desglosar los conceptos complejos en componentes comprensibles y lógicos. Al proporcionar explicaciones claras y ejemplos, se facilita la asimilación del conocimiento por parte de los estudiantes. La estructura y organización cuidadosa de la información, junto con técnicas efectivas, crean una base sólida para mejorar la comprensión de los temas.
3. Aprendizaje asociativo
El aprendizaje asociativo implica la conexión de un estímulo con otro estímulo o comportamiento. Un ejemplo clásico que ilustra este concepto es el experimento del perro de Pavlov. En este experimento, el fisiólogo ruso Ivan Pavlov demostró cómo un perro podía aprender a asociar el sonido de una campana (estímulo neutro) con la comida (estímulo incondicionado).
Con el tiempo, el perro comenzó a salivar solo al escuchar el sonido de la campana, incluso cuando no se le presentaba comida. Este fenómeno se conoce como condicionamiento clásico y es un ejemplo del aprendizaje asociativo.
4. Aprendizaje no asociativo
El aprendizaje se manifiesta cuando una persona ajusta su respuesta a un estímulo repetido, sin que exista una relación directa entre ese estímulo y alguna recompensa o consecuencia específica.
A diferencia del aprendizaje asociativo, donde establecemos conexiones entre estímulos y recompensas, el aprendizaje no asociativo se centra en la adaptación a estímulos familiares que se vuelven menos relevantes con la exposición repetida. Por ejemplo, cuando nos exponemos a un sonido constante durante un período prolongado, como el ruido de un aire acondicionado, con el tiempo nuestra respuesta a ese sonido se reduce. Nuestro cerebro se adapta y deja de percibir el estímulo de la misma manera que lo hizo inicialmente. Este proceso se conoce como habituación, donde la persona se adapta al estímulo y su respuesta se atenúa.
Sin embargo, existe otra forma de respuesta a un estímulo llamada sensibilización, que es completamente opuesta a la habituación. En la sensibilización, la persona se vuelve cada vez más receptiva o sensible al estímulo con el tiempo, lo que significa que la respuesta se intensifica en lugar de disminuir.
5. Aprendizaje observacional
El aprendizaje observacional se base en la observación de un modelo para adquirir habilidades o conocimientos específicos. Es decir, las personas aprenden al reproducir las acciones o comportamientos que han observado en otros.
Este método de aprendizaje se basa en la idea de que los individuos pueden adquirir nuevas habilidades y conocimientos simplemente observando y emulando las acciones de quienes los rodean.
6. Aprendizaje experiencial
El aprendizaje experiencial se destaca por su capacidad para permitirnos aprender de los errores y, fundamentalmente, se basa en aprender a través de nuestras propias experiencias.
Es una forma de aprendizaje inmersiva, donde las experiencias se convierten en valiosas lecciones que ayudan a desarrollar un entendimiento profundo y práctico de diversas situaciones. Al enfrentar desafíos, tomar decisiones y aprender de las consecuencias de nuestras acciones, internalizamos el conocimiento de una manera significativa y duradera.
7. Aprendizaje significativo
El aprendizaje significativo se basa en establecer conexiones entre los nuevos conocimientos y los previamente adquiridos. Se refiere a la capacidad de una persona para relacionar la nueva información con los conocimientos previos, transformando así su forma de pensar.
En contraste con los métodos tradicionales que implicaban simplemente repetir sin realmente tener una comprensión del tema, el aprendizaje significativo se centra en crear una comprensión genuina y perdurable de la información. Este enfoque va más allá de la memorización superficial, permitiendo que los estudiantes internalicen el conocimiento y lo integren en su base de saberes existente.
Imagina que vas a aprender un nuevo idioma: en lugar de memorizar vocabulario sin contexto, el aprendizaje significativo implica entender cómo las palabras se relacionan entre sí, cómo se utilizan en situaciones reales y cómo se integran en una estructura lingüística. Al establecer conexiones lógicas y prácticas, los conocimientos se vuelven más sólidos y aplicables en diversas situaciones, lo que facilita la retención a largo plazo y promueve un entendimiento profundo y duradero.
8. Aprendizaje memorístico
Consiste en repetir información de manera mecánica hasta que la internalizamos. Esta técnica se basa en la repetición y la memorización de conceptos, a menudo sin entender completamente su significado. Aunque es útil para recordar datos fijos como fechas o nombres, no se recomienda para comprender información compleja o para establecer conexiones entre diferentes conceptos.
Técnica de aprendizaje Feynman
Lo que hace a Feynman especialmente notable no es solo su vasto conocimiento, sino también su habilidad para transmitir ese conocimiento a los demás. Tenía el don de explicar conceptos increíblemente complicados de una manera que resultaba accesible para todos, lo que le permitía enseñar y compartir su sabiduría de manera efectiva.
Bibliografía