Estrategias de localización de una empresa para maximizar beneficios

Estrategias de localización de una empresa

Decidir dónde establecer una empresa es como elegir el lugar perfecto para plantar un árbol. El lugar que elijas impactará en cómo crece, qué tan fácil será cuidarlo y si dará buenos frutos. Elegir bien puede marcar la diferencia entre el éxito y el fracaso. Elegir dónde establecer una empresa puede parecer una decisión sencilla, pero tiene un impacto directo en los costos operativos, la productividad y el éxito a largo plazo. A lo largo de este artículo, te voy a hablar sobre qué son las estrategias de localización, los factores clave que influyen en las decisiones de localización, los métodos para evaluarlas, etc.

¿Qué es la localización y por qué importa?

La localización es básicamente decidir dónde colocar las operaciones de tu empresa. Piensa en ello como escoger el terreno ideal para construir una casa. ¿Está cerca de los servicios que necesitas? ¿Es fácil llegar? Lo mismo sucede con una empresa. Escoger el lugar correcto afecta directamente:

  • Costos: ¿Cuánto te costará mantenerte ahí?
  • Logística: ¿Qué tan fácil será mover productos o materias primas?
  • Acceso a clientes: ¿Podrás llegar a nuevos mercados?

¿Qué es la estrategia de localización de una empresa?

La estrategia de localización es el proceso sistemático de decidir dónde establecer las operaciones de una empresa para optimizar su eficiencia y competitividad. No se trata solo de encontrar un lugar que parezca conveniente, sino de analizar múltiples factores que van desde los costos laborales hasta la infraestructura y los riesgos políticos.

De tal forma que el objetivo de una estrategia de localización es maximizar los beneficios y minimizar los riesgos a largo plazo.

Imagina que eres un agricultor que quiere plantar un árbol. Antes de decidir el lugar, piensas en cosas como el acceso al agua, el tipo de suelo y el clima. De la misma manera, las empresas deben considerar varios elementos para asegurarse de que su «árbol» crezca con éxito.

¿Por qué es importante la estrategia de localización para que una empresa tenga éxito?

Como ya he dicho antes, cuando hablamos de una estrategia de localización, estamos hablando de algo más que escoger un buen lugar en el mapa para colocar tu empresa. Si lo haces bien, puede ser la diferencia entre que una empresa despegue o se quede estancada. De tal forma que elegir el lugar adecuado tiene un impacto directo en cómo la empresa llega a nuevos mercados, en su capacidad de respuesta a la demanda y en su competitividad frente a la competencia.

Si una empresa sabe elegir dónde ubicarse, puede obtener los siguientes beneficios:

  • Minimiza costos operativos, porque reduce gastos en transporte, mano de obra e infraestructura. No es lo mismo tener a tus proveedores a la vuelta de la esquina que del otro lado del mundo.
  • Aumenta su eficiencia, ya que, estando cerca de aquellos que le suministran lo que necesita o de sus propios clientes, facilita las cosas y hace que los procesos fluyan de mejor manera.
  • Aprovecha nuevas oportunidades, al abrirse a mercados que quizás antes eran inalcanzables o complicados. Nuevas ubicaciones pueden ser la llave para esa expansión que estaban buscando.

¿Qué factores pueden influir al decidir la ubicación de una empresa?

A continuación, te voy a proporcionar algunos de los factores que pueden llegar a influir en la decisión de dónde colocar una empresa.

1. Mano de obra

Cuando hablamos de mover una empresa a otro lugar, lo primero que solemos pensar es en cuánto se pagará al personal. El costo de la mano de obra, claro, es muy importante, pero aquí está el truco: salarios más bajos no siempre significan menos costos. Es fácil caer en la tentación de llevarse las operaciones a una región donde los sueldos son bajos, pero ¿qué pasa si esa mano de obra no es tan productiva o está menos calificada?

Una mano de obra poco calificada o menos productiva podría costar más a largo plazo debido a la baja eficiencia.

2. Cercanía a los mercados y a los proveedores?

El estar cerca de tus clientes y de tus proveedores puede ser la diferencia entre cumplir o quedar mal, especialmente si tu empresa opera bajo modelos como el «justo a tiempo» o si llegas a manejar productos perecederos. Piénsalo así: si tus materias primas o productos tienen que viajar medio mundo, no solo estás pagando más por transporte, sino que también corres el riesgo de demoras o, en el caso de productos frescos, que lleguen en mal estado.

Vamos a tomar a la industria alimentaria como ejemplo. Un restaurante que se enorgullece de ofrecer comida fresca no puede permitirse estar a cientos de kilómetros de sus proveedores. Si lo está, cada día que pasa aumenta la posibilidad de que los ingredientes no lleguen en óptimas condiciones. A veces, estar a la vuelta de la esquina puede marcar una gran diferencia entre ofrecer productos frescos a tus clientes o no hacerlo.

3. Costos de transporte

El transporte, aunque suena aburrido, es uno de esos factores que pueden ayudar o perjudicar a un negocio, de hecho los costos de transporte pueden llegar a representar hasta un 25% de los gastos operativos. ¡Un cuarto del total! Si tu empresa mueve grandes volúmenes de mercancía o productos pesados, elegir una ubicación estratégica puede ser la clave para mantenerte competitivo en el mercado.

Imagina que tienes tu almacén en una zona remota y tienes que pagar mucho dinero para que tus productos lleguen a los puntos de venta. A la larga, una buena localización te ayudará a ahorrar dinero y te permitirá ser más ágil a la hora de entregar tus productos.

Recuerda que en el mundo en el que vivimos actualmente, donde los clientes quieren todo «para ayer», la velocidad es oro.

Métodos para evaluar alternativas de localización

A continuación, te voy a hablar sobre tres métodos, los cuales pueden ser utilizados para decidirse sobre qué ubicación elegir y cuál no.

1. Método de calificación de factores

Imagina que estás eligiendo un lugar para vivir. Imagino que no solo te preocupa el precio del terreno; también quieres saber si está cerca de la escuela (para ti o tus hijos), si hay buenos servicios públicos, si es seguro, etc. Cada uno de estos factores tiene un peso distinto para poder tomar tu decisión. ¿Cierto? Lo mismo ocurre cuando una empresa tiene que decidir dónde debe de ubicarse.

El método de calificación de factores es un enfoque en el que se evalúan diferentes criterios que son importantes para la empresa, y se les da un peso dependiendo de su relevancia.

¿Cómo funciona?

A continuación, te voy a hablar sobre cómo funciona en cuatro sencillos pasos:

  1. Identificar los factores clave: Cada empresa tiene diferentes prioridades. Por ejemplo, una fábrica puede priorizar el costo de la mano de obra y la proximidad a proveedores, mientras que una tienda puede centrarse en la cercanía a clientes y la accesibilidad.
  2. Asignar un peso a cada factor: No todos los factores son igual de importantes. Si estamos hablando de una fábrica, los costos de transporte podrían tener un mayor peso que la calidad de vida en la zona. En cambio, para una empresa tecnológica que depende de empleados altamente calificados, la calidad de vida puede ser esencial. Este peso se asigna en una escala, por ejemplo, del 1 al 10, según la importancia de cada factor.
  3. Calificar cada localización: Una vez que tengas una lista de localizaciones, califica cada lugar según los factores clave que has identificado. Supongamos que estás evaluando tres ciudades para tu empresa: Ciudad A, Ciudad B y Ciudad C. Si la proximidad a mercados es crucial, puedes calificar a cada ciudad con una puntuación, por ejemplo:
    • Ciudad A: 8 puntos.
    • Ciudad B: 6 puntos.
    • Ciudad C: 9 puntos.
  4. Calcular la puntuación ponderada: Aquí es donde entran los números. Multiplica cada calificación por el peso correspondiente del factor y luego suma los resultados. La localización con la puntuación más alta será la mejor opción.

2. Método de punto de equilibrio

Este método te ayuda a comparar distintas ubicaciones, tomando en cuenta dos tipos de costos: fijos (que no cambian, como el alquiler) y variables (que dependen de cuántas unidades produzcas).

Este análisis te permite elegir la ubicación más económica para el volumen de producción que esperas tener. Así puedes tomar una decisión basada en números y no en suposiciones.

¿Cómo funciona este método?

El proceso es bastante sencillo si lo desglosamos en pasos:

  1. Identificación de costos fijos y variables: Primero, necesitas identificar los costos fijos (como el alquiler de la fábrica, salarios, etc.) y los costos variables (como el costo de fabricar cada unidad) para cada ubicación. Estos costos serán diferentes en cada lugar.
  2. Graficar los costos: Imagina un gráfico donde en el eje vertical están los costos totales y en el eje horizontal el volumen de producción. Para cada ubicación, dibujas una línea que muestra cómo cambian los costos a medida que produces más unidades. Esto te permite ver visualmente cuál es más barata en función de la producción.
  3. Elegir la mejor localización: Ahora, miras el gráfico y seleccionas la ubicación que tenga el menor costo total para la cantidad de unidades que planeas producir. Ojo, esto puede cambiar si tu volumen de producción aumenta o disminuye.

3. Método del centro de gravedad

El Método del Centro de Gravedad es una técnica matemática utilizada para determinar la mejor ubicación para un centro de distribución que sirva a varias tiendas o áreas. Este método ayuda a encontrar la localización que minimiza los costos de transporte, teniendo en cuenta tanto la distancia como el volumen de productos que se envían a cada destino. ¿Cómo funciona este método?

En pocas palabras, este enfoque se basa en localizar en un sistema de coordenadas, un punto central óptimo para el transporte de bienes. Se busca el lugar ideal donde construir un almacén o centro de distribución que minimice el costo de transporte entre la nueva instalación y las tiendas que recibirán los productos.

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